El
pasado lunes no fue un lunes cualquiera, ciudades enteras de nuestro país comenzaron a experimentar cortes eléctricos
de manera masiva. Lo que al principio pareció
una caída puntual del suministro, acabó convirtiéndose en un
apagón generalizado y duradero. En algunos puntos de España así
como de Portugal, estuvieron más de 12 horas sin
electricidad, afectando a hogares, comercios, oficinas, servicios públicos… y
sí, también a todas aquellas personas que, justo ese día, tenían una mudanza en
marcha.
Entre
ellas, muchas estaban a cargo de nuestra empresa
Islatrans, empresa
especializada en
mudanzas y trasteros en Málaga,
Cádiz,
Jerez,
Torremolinos y
muchas otras ciudades. Y aunque el contexto fue muy complicado, el día terminó
con el trabajo hecho. No sin esfuerzo. No sin contratiempos. Pero hecho.
Una ciudad en
pausa
Cuando
la electricidad desaparece, uno se da cuenta de lo mucho que la necesita.
Semáforos apagados,
ascensores fuera de servicio, puertas automáticas que no se pueden abrir, routers apagados, móviles que pierden cobertura... y con ello, toda la
organización diaria de cualquier persona se tambalea.
En
el caso de
Islatrans, eso se tradujo en llamadas interrumpidas, rutas alteradas
por el tráfico colapsado, y sobre todo, edificios donde no se podía usar el
ascensor para
subir ni bajar muebles. No es poca cosa para una empresa que
gestiona varias mudanzas al día.
Pero
nuestro equipo, con
experiencia y serenidad, buscó soluciones.
Nada improvisado ni milagroso: se
reorganizaron tareas, se comunicaron con los clientes como se pudo, a veces desde móviles particulares y, sobre todo, se usó
la
grúa elevadora diésel para sustituir los ascensores en los casos más
urgentes.
La
jornada se alargó mucho, fue más dura de lo normal, pero se sacó adelante todo el trabajo. Y lo que dejó fue una lección muy valiosa para
todos: la dependencia eléctrica es mayor de lo que creemos. No solo
para las empresas, sino para todo el mundo desde mayores a pequeños.
¿Y si vuelve a
pasar? Reflexiones y consejos tras el apagón
Una
interrupción eléctrica de 12 horas no es habitual como ya sabemos. Pero tampoco
imposible. Y este lunes quedó
claro que no estábamos del todo preparados para vivir esa situación.
No se trata de entrar en
pánico, sino de tomar nota y anticiparse. Por eso, desde la experiencia vivida,
aquí le mostramos algunos consejos esenciales, explicados de forma
práctica y sencilla, para estar listo si en el futuro volvemos a enfrentarnos a
una situación similar.
Para
hogares: ¿qué tener listo si vuelve el apagón?
1. Linternas en
lugares clave y con pilas de repuesto
La
linterna del móvil está bien, pero si el apagón se alarga, se agota ya que no
podrá cargar el móvil de nuevo.
Guarde linternas en puntos estratégicos de la
casa (entrada, cocina, dormitorio) y revise
las pilas de vez en cuando. Las de dinamo (que se recargan de manera
manual) también son buena opción.
2. Baterías externas cargadas
Tener una o
dos baterías externas puede marcar la diferencia. Cuando no hay luz, los
enchufes no sirven de nada. Si puede, invierta en una batería de alta capacidad
que le permita cargar el móvil varias veces.
3. Documentos y teléfonos anotados en papel
Sin
red ni wifi, no puede buscar un número
en la nube. Tenga una pequeña libreta con
contactos importantes: familiares, médicos, seguros, asistencia técnica…
También puede incluir direcciones físicas.
4. Radio pequeña a pilas
En
caso de apagón largo como fue el caso del lunes, la radio puede ser el único
canal de información disponible. No hace falta una radio cara de alta gama, cualquier modelo de pilas sirve para mantenerte al tanto si
no tiene conexión a internet.
5. Un kit básico de emergencia doméstica
Agua
embotellada, algo de comida no perecedera (galletas, frutos secos, conservas),
mechero, cerillas, una manta y medicamentos básicos. No se trata de montar un búnker, solo de
tener lo necesario para pasar unas horas sin complicaciones.
6. Hable con sus vecinos
Si vive en comunidad, es útil saber si alguien
mayor, con movilidad reducida o con necesidades especiales vive en el edificio.
El apoyo mutuo en estas situaciones es clave. A
veces, con una linterna y una conversación se resuelven muchas cosas.
Para empresas: consejos
para un futuro apagón
1.Analice sus puntos críticos
¿Cuántas
cosas en su negocio dependen
exclusivamente de la electricidad?
Desde la puerta del almacén hasta el datafono. Identificar qué deja de
funcionar y cómo se puede suplir es el primer paso.
2. Cree un protocolo interno de actuación
No
hace falta un manual de 50 páginas, pero sí una guía clara: qué hacer, a quién
avisar y cómo reorganizar el
trabajo. Sus empleados deben saber a quién
acudir y qué decisiones pueden tomar por su cuenta.
3. Formas alternativas de comunicación
Si la centralita cae, ¿puede su equipo hablar entre sí? Establecer
grupos de mensajería móvil, tener móviles de respaldo o incluso radios de corto
alcance puede ayudarle a mantener la
comunicación en su empresa.
4. Revisión de accesos
¿Las
puertas se abren manualmente? ¿Los clientes pueden entrar sin luz?
A veces lo que bloquea el negocio no es el apagón en sí, sino no poder entrar
al local.
5. Evalúe tener un generador pequeño
No
es necesario tener una planta eléctrica industrial, pero un generador portátil
puede mantener lo esencial funcionando: un punto de luz, un router, un
ordenador… Si es viable, puede evitarle pérdidas muy importantes.
6. Clientes informados, clientes tranquilos
Mantenga siempre actualizada su
base de contactos para poder informar rápidamente.
En Islatrans, muchas personas agradecieron simplemente recibir una llamada o
mensaje aclarando qué estaba ocurriendo. La información de la mano de
profesionales, calma.
Lo
del lunes fue una gran lección para todos. Aunque no trajo daños graves, sí
puso a prueba muchos aspectos de nuestro día a día que damos por sentados. La
luz, internet, la movilidad, la comunicación, incluso la capacidad de actuar
sin depender de una pantalla.
Islatrans
vivió la jornada como muchas otras empresas:
con dificultades, pero
también con la certeza de que
la preparación marca la diferencia. Y ese es quizás el mensaje más importante que
dejó este apagón. Porque nadie puede evitar que vuelva a pasar, pero sí podemos
decidir cómo nos va a encontrar.
Así
que si se pregunta “¿y si
mañana vuelve a irse la luz?”, hágase también
esta otra: ¿Estoy un poco más preparado que
ayer?